Sir Seriote el Rey, era conocido en la comarca por su mal carácter e inestable temperamento, más sin embargo, habían hechos que hacían pensar que detrás de su cara muy, muy pero muy seria, había un noble corazón y alma de niño que disfrutaba de hacer travesuras a escondidas. Nadie sabía, por ejemplo, que el rey Sir Seriote había mandado a pintar un graffiti al lado del portón de su castillo, con una mirilla escondida para ver a los que pasaban por ahí y burlarse...¡de su naríz!
La Castellana, Caracas
No hay comentarios:
Publicar un comentario