miércoles, 23 de abril de 2014

Llorando se fué Campanario

“Campanario”, como lo llamaban los niños de la cuadra, no entendía el por qué de tantos hombres vestidos de manera extraña, y de aquella nube que le hacía arder el hocico. Aquella tarde, recogió todos sus recuerdos y se fué, a buscar otra plaza donde pasear su vejez. Su mestiza y sabia vejez.




Chacao, Caracas