Sólo cuatro hojas le faltaron a Aanisa para terminar el capítulo XI, el último de aquel aburrido cuento que ella y Zoco el elefante decidieron abandonar.
Todos los personajes de esa historia sabían que Aanisa era una princesa muy valiente, diligente e ingeniosa, cualidades que seguramente la llevarán a encontrar la verdadera historia de su vida. Lo que no sabían era que tenía la costumbre de contar hojas para dormir.
Zoco, un tanto desanimado, se sentó a esperar en la página 51.
-Te lo dijeeeeee- gritaron las ovejas desde la página 25.
Foto: Jardines de la Universidad Simón Bolivar, Caracas.