martes, 2 de julio de 2013

¡El profesor ya regresó!

Había pasado casi un año desde que Ramón tuvo que abandonar aquella montaña donde pasó los mejores años de su vida. La casa, que ocupaba siendo guardabosques, estaba intacta. Eran casi imperceptibles los vestigios de la gran tormenta que meses atrás lo obligó a salir del lugar que tanto amaba. Todo parecía indicar que su regreso iba a ser un acontecimiento felíz en aquel hermoso lugar. Todo se veía normal y tranquilo, a excepción de la nota que encontró pegada en la puerta y que decía: "Profesor Ramón, ¡Bienvenido! sería recomendable que programara lo más pronto posible nuestro exámen de reparación en la cátedra de Lengua y Literatura, que nos quedó pendiente cuando usted se fué. Atentamente, las Guacamayas..."



Jardines Topotepuy, Caracas

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